en mis palabras
¿Quién es Lillian Mezher?
No se puede comprar el éxito, la alta autoestima, las relaciones o la salud. Sólo nos los podemos ganar a través del trabajo duro.
No hay atajos
Este éxito y crecimiento es sencillo, pero a la vez muy fuerte. Será el resultado de disciplina, dedicación y una intensa fuerza interna, que enciende esa llama para convertirte en la líder y mujer que estás llamada a ser.
De eso se trata este espacio, de crecimiento, desarrollo de tu potencial y el logro de tu éxito profesional y personal.
¿Por qué lo hago?
Estoy segura de que mi llamado siempre se ha relacionado con el acompañamiento a otros, fuese dentro de diversas organizaciones, en terapia o en esos ratos en mi oficina donde, todos los días, escuchaba a mis queridos compañeros buscar alternativas para su desarrollo personal o profesional. Querían encontrar respuestas afuera, cuando sólo necesitaban un poco de dirección para percatarse de que ellos ya las tenían.
A lo largo de mi carrera me he entregado al fantástico mundo del desarrollo del potencial humano y profesional.
Me especialicé en una Maestría en Desarrollo Humano y Psicoterapia Gestalt. Además, ser mujer me encanta y me llena, con todo lo que implica; sus fortalezas y debilidades, sus aciertos y logros por venir, sus retos y desafíos.
Así que permíteme contarte un poco de mi historia y vulnerarme contigo, quiero mostrarte que hay caminos nuevos y hermosos que puedes transitar para convertirte en la líder que siempre soñaste.
Todo lo anterior da como resultado una fuerte necesidad y deseo de construir algo que potencie el crecimiento de las personas, de los líderes de organizaciones, familias y comunidades.
Hoy quiero enfocar esta pasión en las mujeres. El siglo XXI nos pertenece, Lillian Mezher primero fue mujer y después madre, pero se convirtió en líder durante el proceso. Por eso me atrevo a hablarte de ello, a guiarte con la seguridad de alguien que transitó por el mismo camino. Tuve que descubrir mis fortalezas y enfrentar mis miedos, vulnerarme para encontrar mis dones y seguir mi corazón. Y creo que todas tenemos la capacidad de demostrar quiénes somos llamadas a ser en todos los ámbitos de nuestra vida, exitosas, felices, realizadas, independientes y libres.
Para lograrlo debes dejar las excusas de lado, los estereotipos que te marcan y definen, “el techo de cristal” y cualquier otra frontera, real o imaginaria, que te impida desenvolver todo tu potencial.
Caminaré cada paso contigo. Atrévete.
Aprendí a nadar con la corriente, a hacer valer mi punto de vista, a que se tomaran en cuenta mis ideas. A valerme por lo que era, independientemente de mi género. Entenderás que no fue fácil, fueron muchos retos y cada día había que encontrar los recursos para brincar este nuevo desafío.
El respeto me lo gané con acciones, a pulso.
lillian mezher
En pocas palabras
Mi misión
Convertirme en mi mejor versión para acompañar a las personas que me rodean o que lo necesiten. Valerme de mi experiencia personal y ayudar a la constante tarea de visibilizar, cada vez más tanto personal como profesionalmente, a las mujeres en nuestra sociedad y entonces ellas logren convertirse en su mejor versión.
Mi visión
Desarrollar y crear un espacio donde todas las mujeres latinoamericanas desarrollen sus habilidades de liderazgo y empoderamiento. Que puedan encontrar y mantener su independencia, autonomía y libertad.
Las herramientas para ti
Son contundentes, prácticas y brillantes, diseñadas para manejar cualquier situación, partiendo de los talentos inherentes de la mujer y con el objetivo claro de lo que buscamos obtener como comunidad.
Mi compromiso contigo
Acompañarte en tu camino de convertirte en una mujer empoderada, segura de ti misma a nivel profesional, que sepas y recuerdes que eres guerrera por todos los atributos que tienes.
Compartiendo mi historia
Suena interesante ¿no? Fueron años increíbles, que tuvieron su lado oscuro.
Fue ahí donde experimenté lo que significa ser una mujer en un ámbito primordialmente masculino en todos los niveles.
Cuando alcancé el éxito pensé que no podría escalar más. Me invadieron las dudas, me alcanzaron los estereotipos, las creencias limitantes internas y externas, esas fronteras que delineamos de manera inconsciente. Sin embargo, la contraparte fue muy dadivosa porque al enfrentarme a esta idea de un posible estancamiento, llegaron otras opciones que me empujaron a preguntarme qué había detrás de la puerta.
El resultado fue increíble…
¿por qué decidí compartir mi conocimiento?
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